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| Hace unos dias leí una historia que se ha quedado grabada en mi mente. La maestra de Ciencias Naturales le pregunta a Carmen: "Carmen, ¿Puedes ver la ventana en aquella pared?" "Sí", responde Carmen. "Puedes ver el árbol tras esa ventana?" "Sí" "Puedes ver el nido en la rama del árbol?" "Sí", reponde Carmen por tercera vez. "¿Puedes ver a Dios?", pregunta la maestra. "No", responde Carmen. "¡Es porque no EXISTE!" responde la maestra con voz triunfante. |
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Carmen se vuelve a la clase y pregunta: "¿Ven el escritorio enfrente de la pizarra? "Sí", responden los alumnos. "¿Pueden ver a la maestra detrás del escritorio?" "Sí" "¿Pueden ver la cabeza en el cuerpo de la maestra?" "Sí", responden los alumnos por tercera vez. "¿Pueden ver el cerebro en la cabeza de la maestra?" "No", responden los alumnos. "¡Es porque no existe!", responde Carmen humildemente. No es la mejor historia del mundo, pero sí tiene un buen punto. No todo lo que existe es visible para el ojo humano. No se pueden ver los millones de bacterias en la taza del sanitario. Pero existen. Punto y final. "...Fe es la firme seguridad de las realidades que se esperan, la prueba convincente de lo que no se ve. Porque por ella alcanzaron buen testimonio los antiguos." Hebreos 11: 1-2 No podemos ver a Dios con nuestros propios ojos, pero si podemos sentirlo en nuestro espíritu y asi compobrar su existencia. ♥Silvia Pérez-Gingerich Comparte pulsando los botones de abajo, así sabré si vale la pena seguir escribiendo. ♥♥ |
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